2018-09-18 | Blackjack, Consejos de casino.
Las estrategias para el blackjack son un conjunto de técnicas ideadas para aumentar tus posibilidades de ganancia en este fabuloso juego. Este juego goza de gran fama en todos los casinos online debido a su divertida mecánica. Este juego se ejecuta con una o más barajas inglesas de 52 cartas, excluyendo a los comodines. De igual forma, esta forma de apostar es una de las más extendidas en todos los casinos, compartiendo este mérito con otros grandes juegos como la ruleta, las tragaperras y el póker.
El objetivo dentro del blackjack es acumular en tu mano una suma entre tus cartas de 21, o lo más cercano posible a este número, aunque si alcanzas un 21 exacto tienes en tu mano la mejor jugada del blackjack. También debes tener en cuenta que si superas este número pierdes tu apuesta de forma inmediata, por lo que debes estar muy al pendiente de este aspecto.
Debido a como está estructurado este juego de casino, es posible aplicar varias estrategias para el blackjack, las cuales te ayudarán a obtener mejores ganancias en tus partidas. En este artículo podrás encontrar algunos lineamientos para que encuentres la táctica ideal para ti, y la empieces a aplicar en tus partidas.
Estrategias para el blackjack hay por montones, pero en función de elegir la mejor estrategia para ti debes tener un amplio conocimiento acerca de las reglas del blackjack, de su mecánica y de la estructura de juego. De la misma forma, es imperante que sepas muy bien como es el accionar y la forma de jugar de tu principal enemigo dentro de este juego: La representación del casino; el crupier. Teniendo estos dos aspectos en cuenta, de seguro encuentras la estrategia para el blackjack más eficiente para ti.
Una de las estrategias para el blackjack más básicas pero eficiente es la de, después de observar la carta del crupier, y de considerar que se trata de una carta con una puntuación muy alta, el jugador se planta en un puntaje de 16, 17, o cercano, esperando que el crupier supere el monto máximo permitido de 21 y por ende quedándose el apostador con la mano y con el dinero apostado.